El Presidente del Radicalismo, Gerardo Morales, en nuestra provincia


Aún con las heridas abiertas tras el acuerdo de Roberto Lavagna y Néstor Kirchner e inmerso en una crisis interna, la Unión Cívica Radical lucha contra sus propios demonios y sale al país a decir que está en pie. Ese fue el pretexto de la visita a nuestra ciudad del presidente del partido, el senador jujeño Gerardo Morales, que se ocupó de brindar un panorama de la situación del partido, profiriendo fuertes críticas principalmente hacia los denominados radicales K y su ex compañero de fórmula el 28 de octubre.Según explicó anoche en diálogo con la prensa, la gira emprendida a lo largo de Argentina tiene como objetivo: “llegar a los 2.300.000 argentinos que nos votaron el 28 de octubre, para decirles que nosotros no desertamos, y que inclusive después del pacto Kirchner – Lavagna estamos más convencidos que nunca que el proyecto que planteamos sigue vigente, porque todo el poder y toda la plata que tiene el gobierno la va a seguir utilizando para comprar voluntades y dirigentes”–¿Considera que cometió una equivocación al aceptar la alianza con Lavagna?– Creo que era la única estrategia posible. Nosotros después de la convención de Rosario, en agosto de 2006, tuvimos el mandato de conformar un frente opositor con distintas fuerzas, pero Carrió y el ARI rechazaron la posibilidad y surgió posteriormente lo de Lavagna. Según Morales, aquella no fue una alianza electoral, sino programática. Por eso, dijo, “seguimos defendiendo el programa que trazamos sobre la base de una idea común logrando el acuerdo con Lavagna y la interacción con 27 fuerzas del país, pero más allá que nuestro último candidato haya desertado no implica que no sigamos adelante con la misma propuesta”.–¿Cuál fue el impacto, interno y externo, que provocó dentro de la UCR la actitud de Lavagna?– Ha generado efectos muy duros, especialmente hacia fuera porque la actitud de Lavagna, que no es nueva; ya a pasado con (Eduardo Lorenzo) Borocotó y con gobernadores nuestros como Julio Cobos y Gerardo Zamora, mina la credibilidad de la política y manifiesta la crisis de valores, quedando de manifiesto que la gente tiene precio, y que no aguanta sostener posiciones frente al poder y el dinero y el gobierno, que sabe que esto lastima a la oposición.Internamente, queda en claro que el gobierno utiliza como vehículo a los radicales K para tomar por asalto la UCR, porque el poder y algunos dirigentes satelitales creen que nuestro partido tiene que terminar siendo una colonia del gobierno.“La decisión fue resistir al gobierno luego el embate de los radicales K que nos querían tomar por asalto y seguir reafirmando el proyecto radical, totalmente autónomo e independiente.Igualmente de cara al futuro no descartamos alianzas, aunque es prematuro porque estamos en plena etapa de recuperación de identidad y de discusión, dejando en claro que nuestro jefe político no es Néstor Kirchner y que no vamos a aceptar que nuestros dirigentes formen parte del gobierno”, reafirmó el presidente de la UCR. (Fuente: Diario La Arena)

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